Desde hace semanas, los habitantes de Bridikayra presentan síntomas como fiebre, dolores musculares, hemorragias nasales y virosis respiratorias.
La falta de atención médica oportuna ha agravado la situación, ya que para llegar al hospital más cercano en Ocaña deben recorrer un trayecto de más de siete horas. Durante la Caravana Humanitaria por el Catatumbo en julio, brigadas médicas ya habían advertido sobre el riesgo de una epidemia, identificando malnutrición infantil, casos de varicela y otras afecciones. El informe de la comisión médica recomendó la instalación urgente de un puesto de salud permanente en el territorio, una solicitud que no ha sido atendida. La crisis se profundiza por la falta de documentación de muchas familias, algunas de nacionalidad venezolana, lo que les impide acceder a servicios médicos. El ICBF se había comprometido en 2023 a regularizar esta situación, pero según las denuncias, no ha cumplido, vulnerando aún más los derechos de la niñez Barí. Ante la emergencia, las organizaciones sociales exigen al Gobierno Nacional y al Ministerio de Salud el envío inmediato de una brigada médica y soluciones estructurales, como la construcción de un puesto de salud, para evitar más muertes por causas prevenibles.