Un alarmante informe del Observatorio de Feminicidios Colombia revela que 501 mujeres fueron víctimas de este delito en el país entre enero y julio de 2025. Esta cifra, que equivale a dos mujeres asesinadas cada día, evidencia una emergencia nacional de violencia de género que persiste a pesar del marco legal existente. El boletín nacional “Vivas Nos Queremos” subraya que el feminicidio es una violación a los derechos humanos y una forma extrema de violencia patriarcal. Las estadísticas muestran patrones estructurales preocupantes: el 68% de los crímenes fueron cometidos por parejas o exparejas sentimentales, lo que evidencia que el hogar sigue siendo el lugar más peligroso para muchas mujeres.
Las regiones con mayor número de casos son Bogotá, Antioquia, Valle del Cauca, Atlántico y Santander. Además, el informe destaca la interseccionalidad de la violencia, con al menos 15 mujeres indígenas y afrodescendientes entre las víctimas, y un aumento de casos en zonas de conflicto armado. A pesar de contar con la Ley 1761 de 2015 (Ley Rosa Elvira Cely), la impunidad es alta. Menos del 20% de los casos registrados avanzan en procesos judiciales bajo la tipificación de feminicidio; muchos son investigados como homicidios simples, invisibilizando el componente de género. Casos como el de Yuli Mosquera en Neiva, quien sobrevivió a un intento de feminicidio y fue revictimizada por las instituciones que inicialmente catalogaron el hecho como un accidente de tránsito, exponen las fallas en la ruta de atención. Los movimientos feministas continúan exigiendo al Estado mayor presupuesto, justicia efectiva y una política integral que garantice el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.
En resumenLa alta tasa de feminicidios en Colombia durante 2025 constituye una grave crisis de derechos humanos. A pesar de los marcos legales, la impunidad y las fallas sistémicas en la protección y la justicia persisten, haciendo urgente el fortalecimiento de las políticas estatales y el abordaje de las causas estructurales de la violencia de género para garantizar el derecho fundamental de las mujeres a la vida.