El informe del organismo de derechos humanos detalla un escenario de confrontación por el control de corredores estratégicos, como el Cañón de Garrapatas, entre el Ejército Gaitanista de Colombia (Clan del Golfo), el ELN, el frente Jaime Martínez del Estado Mayor Central y el grupo reconfigurado ‘Rastrojos Nueva Generación’. Esta disputa ha generado un “patrón recurrente de violencia” que incluye el uso de artefactos explosivos en centros poblados, homicidios selectivos y enfrentamientos armados. La Defensoría advierte que esta situación eleva el riesgo de desplazamientos masivos, confinamientos, reclutamiento forzado de niños, niñas y adolescentes, y el cierre de escuelas rurales.
Además, se identifican amenazas específicas contra mujeres campesinas, líderes sociales y juventudes, quienes enfrentan peligros de violencia sexual y extorsión.
La alerta especifica las zonas de mayor riesgo: la cabecera municipal y dos corregimientos en Riofrío; nueve corregimientos y un resguardo indígena en Bolívar; y diez corregimientos y varias comunidades indígenas en Trujillo. Ante este panorama, la Defensoría formuló 14 recomendaciones urgentes a las autoridades, entre ellas, fortalecer la presencia de la fuerza pública y articular una respuesta interinstitucional para proteger a la población. La entidad también está evaluando la necesidad de expedir una nueva alerta para la ciudad de Cali, debido al “grave” deterioro de la seguridad en toda la subregión del suroccidente.













