Cuatro uniformados sobrevivieron y fueron trasladados a Bogotá.

Como respuesta, el Gobierno ofreció una recompensa de hasta 2.000 millones de pesos por información que conduzca a la captura de alias ‘Chejo’ o ‘Alejandro’, cabecilla de la estructura 36. La violencia generó consecuencias humanitarias directas, con el desplazamiento de habitantes de la vereda Los Toros hacia la cabecera municipal. La comunidad de Amalfi reaccionó con una marcha por la paz y la vida, rechazando la violencia y exigiendo seguridad, lo que llevó a la alcaldía a cancelar las fiestas municipales como medida de precaución.