Inicialmente, Gómez Leal afirmó que Blanco se había lanzado voluntariamente desde la ventana del apartamento donde residían en el barrio Salitre Living. Sin embargo, el reporte de necropsia del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses fue clave para el giro en la investigación, al revelar que la víctima “sufrió asfixia y otras lesiones físicas previas a la caída”. La Fiscalía argumentó que el día de los hechos, tras una celebración, la pareja tuvo una discusión en una habitación, donde Gómez Leal presuntamente “atacó a la mujer presionándole el cuello y en medio del estado de inconsciencia en el que la dejó, al parecer, la arrojó por la ventana”. La investigación también determinó que durante varios meses, la periodista fue sometida a un “ciclo de violencia verbal, física y de género” por parte de su pareja. El fiscal del caso señaló que Gómez Leal la llamaba “prostituta”, la reprendía por su forma de vestir y la celaba constantemente, con la intención de “degradarla en su dignidad humana”. Durante la audiencia, el juez criticó la actitud del acusado, quien habría simulado un desmayo para distraer la atención.

A pesar de las pruebas, Gómez Leal no aceptó los cargos imputados.