Su pareja, Óscar Santiago Gómez Leal, fue capturado y enviado a prisión preventiva como principal sospechoso del crimen.
Inicialmente, Gómez Leal sostuvo que Blanco se había lanzado voluntariamente por la ventana de su apartamento en el barrio Salitre, tras una discusión durante una celebración. Sin embargo, la investigación dio un giro radical con el informe de necropsia del Instituto Nacional de Medicina Legal, el cual reveló que la víctima sufrió “asfixia y otras lesiones físicas previas a la caída”. La Fiscalía argumentó en la audiencia de imputación que Gómez Leal presuntamente la estranguló hasta dejarla en estado de inconsciencia y agonía, para luego arrojarla al vacío. El fiscal del caso señaló que la relación, de aproximadamente dos años, estuvo marcada por un “ciclo de violencia verbal, física y de género”, donde el acusado la llamaba “prostituta” y “gorda”, la celaba y le revisaba el celular con la intención de “degradarla en su dignidad humana”.
A pesar de las pruebas, Gómez Leal no aceptó los cargos.
Durante la audiencia, el juez criticó al imputado por intentar desviar la investigación simulando un desmayo tras los hechos y lo calificó como un peligro para la sociedad, imponiéndole medida de aseguramiento en centro carcelario.
De ser hallado culpable, podría enfrentar una pena de hasta 41 años de prisión.