Posteriormente, fue detenido Dionar Mancilla Flórez, alias “El Mocho”, señalado como coordinador logístico del ataque.

Un segundo camión cargado con siete cilindros explosivos no detonó por una falla técnica, evitando una tragedia mayor.

Como respuesta, el alcalde Alejandro Eder ordenó la militarización de la ciudad, decretó tres días de duelo y anunció la “Operación Sultana” para reforzar el pie de fuerza. El Gobierno Nacional ofreció una recompensa de hasta 400 millones de pesos por información sobre los responsables.