Según la investigación, los delincuentes grababan y compartían material de abuso sexual infantil con contactos nacionales e internacionales. Uno de los casos más atroces es el de una mujer de nacionalidad venezolana, acusada de someter a su hija de 5 años y a su nieta de 11 a agresiones sexuales que eran retransmitidas en vivo. Las dos menores fueron rescatadas y puestas bajo la protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) para el restablecimiento de sus derechos.

A los detenidos se les imputaron los delitos de pornografía con menor de 18 años, proxenetismo, acceso carnal abusivo y acto sexual agravado. A pesar de no aceptar los cargos, un juez ordenó su reclusión en centro carcelario.

Adicionalmente, se emitió una notificación azul de Interpol contra otra mujer implicada, quien se espera sea deportada desde Estados Unidos.