Los hechos ocurrieron el 27 de julio en el barrio Salitre.
Inicialmente, Gómez Leal aseguró que su pareja se había lanzado voluntariamente, versión que la familia de la víctima desmintió desde el principio. La investigación dio un giro cuando el informe de necropsia de Medicina Legal reveló que Blanco sufrió asfixia y otras lesiones previas a la caída. Durante la audiencia de imputación, el fiscal del caso detalló la brutalidad del crimen: “procedió a estrangularla y sofocarla, y cuando la víctima se encontraba en estado de debilidad defensiva, toda vez que agonizaba por la asfixia a la que había sido sometida, usted, manteniendo la decisión consciente de causar su muerte, la lanzó por la ventana del noveno piso”. El fiscal también expuso que la relación estuvo marcada por un ciclo de violencia verbal, física y psicológica, donde el acusado la llamaba “prostituta” y la celaba constantemente, con la intención de “degradarla en su dignidad humana”. A pesar de que Gómez Leal no aceptó los cargos, un juez de control de garantías le impuso medida de aseguramiento en centro carcelario, considerándolo un peligro para la sociedad.