Desde entonces, se ha desplegado un masivo operativo de búsqueda que involucra a más de 200 personas de 17 entidades, incluyendo Policía, Ejército, Bomberos, Defensa Civil y Fiscalía. Las labores de rastreo, coordinadas desde un Puesto de Mando Unificado, abarcan zonas rurales, montañosas y ribereñas de Cajicá y municipios aledaños como Tabio y Chía, utilizando drones térmicos, binomios caninos y buzos especializados. El padre de la menor, Manuel Afanador, se unió a la búsqueda con Apolo, un perro de rescate que conoce a la niña. Las autoridades han analizado más de 350 horas de video y han aumentado la recompensa a 70 millones de pesos por información veraz que conduzca a su ubicación. El padre de Valeria calificó el caso como “extremadamente raro” y afirmó que la familia se aferra a la fe, descartando que se trate de una extorsión. La comunidad, por su parte, ha realizado marchas y campañas de difusión para mantener el caso visible y presionar por resultados.
