Al principio no vi nada, pero cuando lo escuché otra vez, noté que una bolsa se movía. Al abrir la bolsa, vi a la bebé… me quedé en shock”.
La niña, de apenas dos días de nacida, fue encontrada cubierta de tierra y hojas. Tras el rescate, la Policía Metropolitana y la Alcaldía de Montería activaron los protocolos de protección infantil, trasladando a la bebé al Hospital San Jerónimo, donde se confirmó que se encontraba en buen estado de salud y fuera de peligro. Posteriormente, la madre de la menor fue localizada y, según fuentes policiales, confesó haber actuado “bajo un ataque de estrés” y se mostró arrepentida. Este caso es un claro ejemplo de la violación del derecho a la vida, la integridad y la protección especial que merecen los niños y niñas, consagrados tanto en la Constitución colombiana como en tratados internacionales.
El alcalde Hugo Kerguelén calificó el hecho como “desgarrador y decepcionante”, mientras las autoridades judiciales iniciaron una investigación para determinar las responsabilidades penales y las circunstancias que llevaron a la madre a tomar una decisión tan drástica.