Este movimiento permitiría al jugador de Santander de Quilichao revivir su carrera tras una etapa irregular en Inglaterra, marcada por constantes problemas físicos. Precisamente, su estado físico es el principal punto de análisis en Brasil. El mencionado medio destacó la preocupación que existe en Cruzeiro, ya que Sinisterra sufrió seis recaídas en las últimas tres temporadas, un promedio de dos por año. Su peor campaña fue la 2024/25, en la que solo disputó 14 partidos debido a una lesión en el tendón de la corva que lo mantuvo alejado de las canchas durante meses. De hecho, el colombiano llegaría a Brasil con cinco meses de inactividad, pues su último partido fue el 15 de marzo, donde jugó apenas 18 minutos antes de ser sustituido por la misma lesión. Su fichaje es una apuesta de alto riesgo para el club de Belo Horizonte, que confía en recuperar la mejor versión del jugador que brilló en el Feyenoord, pero que deberá manejar con cautela su preparación física.
