Arias, de 27 años, se despidió del Fluminense como un ídolo, tras ser pieza clave en la conquista de la Copa Libertadores 2023 y la Recopa Sudamericana 2024. En un emotivo mensaje, agradeció al club y a su afición, asegurando que su partida era un "hasta pronto". En su nuevo club, el colombiano lucirá el dorsal número 10, lo que refleja la alta expectativa que la directiva y el cuerpo técnico, liderado por Vítor Pereira, tienen sobre su impacto en el equipo. En Wolverhampton se reencontrará con su compatriota Yerson Mosquera, quien le dio la bienvenida destacando su calidad humana y futbolística. "Juego con él en la selección nacional y es increíble. Cómo juega, cómo se entrega en la cancha, cómo le encanta jugar, eso es realmente importante", afirmó Mosquera. La llegada de Arias es vista como un refuerzo clave para un equipo que busca fortalecer su ataque tras la salida de figuras importantes y consolidar un proyecto que evite complicaciones con el descenso en la temporada 2025-2026. Su fichaje también representa un beneficio económico para clubes colombianos como América de Cali y Santa Fe, que recibirían un porcentaje por derechos de formación.
