El Benfica desembolsó una cifra cercana a los 30 millones de euros por el traspaso desde el Palmeiras de Brasil, pagaderos en tres cuotas. Este monto convierte a Ríos en el fichaje más caro en la historia del club, superando a figuras como Orkun Kökçü y Darwin Núñez. Para blindar su inversión, el equipo luso le ha fijado una cláusula de rescisión de 100 millones de euros en su contrato, que se extenderá por cinco temporadas, hasta junio de 2030. El jugador, por su parte, recibirá un salario anual de 3 millones de euros más bonificaciones. La negociación fue liderada directamente por el director deportivo del Benfica, Rui Pedro Braz, quien viajó a São Paulo para cerrar el acuerdo, superando el interés de otros clubes como la Roma. A su llegada a Lisboa, Ríos expresó su alegría: “Es un paso gigante en mi carrera. Jugar en Europa era un sueño para mí, y ahora estar en un club tan grande como el Benfica es increíblemente gratificante”. Curiosamente, en el vestuario se reencontrará con el argentino Nicolás Otamendi, con quien tuvo un altercado en la final de la Copa América. Ante la prensa, Ríos manejó la situación con diplomacia: “Ahora vamos a ganar títulos juntos”.
