El mediocampista de 27 años se encuentra en Colombia y no se presentó a la pretemporada de su equipo, argumentando que el club ruso no le ofrecía garantías tras ser expulsado de la primera división por un escándalo de corrupción. Sus representantes esperaban que pudiera salir como agente libre por justa causa. Sin embargo, el FC Torpedo reaccionó enviando una carta a Millonarios, advirtiendo que Guzmán tiene un contrato vigente y que su salida unilateral constituiría un incumplimiento. En la misiva, el club ruso amenaza con demandar al jugador y a cualquier nuevo equipo que lo contrate ante la FIFA, exigiendo el pago de la indemnización y posibles sanciones deportivas. Esta advertencia provocó que Millonarios se retirara de la negociación para evitar un lío legal. Posteriormente, Junior de Barranquilla mostró interés, pero su máximo accionista, Fuad Char, confirmó que la exigencia económica del Torpedo puso fin a su interés: “El equipo ruso le puso precio al jugador de 10 millones de dólares. Eso se terminó para nosotros”. Ahora, el futuro de Guzmán es incierto, dependiendo de una posible negociación entre clubes o de una resolución en los tribunales de la FIFA.
