Giordana, quien no logró consolidarse en el equipo, sufrió la lesión durante el empate 1-1 contra Envigado, lo que encendió las alarmas en el cuerpo técnico. Ante la persistencia de la inflamación, el club decidió aplazar la realización de una resonancia magnética para obtener un diagnóstico preciso. La principal preocupación es una posible rotura de ligamentos, una lesión grave que requeriría un largo proceso de recuperación, estimado entre cinco y ocho meses. Esta situación es un obstáculo para los planes de la directiva, que ya había iniciado diálogos con el entorno del jugador para negociar su salida y así liberar uno de los cupos de extranjero. La intención era incluso utilizarlo como moneda de cambio en un posible trueque con Deportivo Pasto por Facundo Boné. Sin embargo, al tener un contrato vigente hasta diciembre de 2026, si se confirma una lesión de gravedad que necesite cirugía, Millonarios estaría contractualmente obligado a mantener al jugador en su plantilla hasta que complete su rehabilitación, frustrando sus planes de reestructuración para la próxima temporada.