La controversia se centra en un procedimiento médico realizado al jugador sin comunicación previa a la selección, lo que resultó en su desconvocatoria para los partidos clasificatorios al Mundial. Yamal venía arrastrando molestias en el pubis que habían afectado su rendimiento, a pesar de lo cual fue convocado por el seleccionador Luis de la Fuente. Sin embargo, la situación escaló cuando se supo que el jugador se sometió a un “procedimiento invasivo de radiofrecuencia” en la mañana del inicio de la concentración, sin notificar previamente al cuerpo médico de la selección. La RFEF expresó su “sorpresa y malestar” en un comunicado oficial, indicando que solo tuvieron conocimiento de la intervención a través de un informe recibido horas después, el cual recomendaba un reposo de 7 a 10 días. Este episodio agudizó una tensión preexistente entre el club y la federación, ya que el técnico del Barcelona, Hansi Flick, había acusado previamente a De la Fuente de no cuidar a sus jugadores tras una lesión anterior de Yamal con la selección. La RFEF, por su parte, emitió un comunicado de una “dureza inédita”, reflejando que la guerra entre ambas instituciones está en su punto más álgido. Como resultado, Yamal fue liberado de la convocatoria, dejando en evidencia un conflicto de intereses que sitúa al joven de 17 años en medio de una disputa institucional.