El periodista Umut Eken informó que el jugador podría sufrir una "fractura por estrés bilateral" que lo dejaría fuera por el resto de la temporada.

Sin embargo, otras versiones, como la del periodista Volkan Demir, contradicen este diagnóstico, afirmando que las resonancias magnéticas no muestran ninguna lesión.

El propio jugador habría manifestado a los directivos: “Tengo un dolor terrible, no puedo jugar, tengo una lesión muscular o un hematoma”. Ante la confusión, Durán viajó a Barcelona para recibir un tratamiento con un fisioterapeuta de su confianza, donde se le vio usando un bastón tras recibir inyecciones. La información más reciente, según Demir, es que el atacante ya entrena de manera diferenciada en un gimnasio. Esta situación representa una gran preocupación para Fenerbahçe, que realizó una inversión significativa de 21 millones de euros por su préstamo, según reveló un directivo del club. La prolongada ausencia y la falta de claridad sobre su regreso impactan directamente la planificación del equipo turco y, a su vez, la de la Selección Colombia, que contaba con él como una pieza importante para los amistosos de preparación para el Mundial 2026.