Casos emblemáticos como el de Radamel Falcao García sirven como recordatorio de cómo los problemas físicos pueden cambiar el destino de jugadores destinados a ser figuras mundiales. Uno de los casos más recordados es el de Falcao, quien en su mejor momento con el Atlético de Madrid era considerado uno de los mejores delanteros del mundo y se proyectaba como un futuro Balón de Oro. Sin embargo, una rotura de ligamento cruzado en enero de 2014, justo antes del Mundial de Brasil, "le arruinó la carrera", según uno de los artículos.
Aunque continuó su trayectoria, nunca recuperó el nivel superlativo que lo caracterizó.
A él se suman otros talentos afectados por problemas físicos.
Camilo Zúñiga, un lateral de primer nivel en el Napoli, comenzó a sufrir problemas crónicos en su rodilla desde 2013 y nunca volvió a ser el mismo. Jairo Castillo, un delantero potente, sufrió múltiples roturas de ligamentos que interrumpieron su carrera cada vez que alcanzaba un gran nivel.
Elkin Soto, figura del Mainz 05 en Alemania, tuvo una devastadora lesión de rodilla en 2015 que le rompió meniscos, ligamento y rótula, terminando prácticamente su carrera en la élite. Finalmente, David Ferreira, MVP de la MLS con Dallas, vio su carrera decaer tras una fractura de tobillo en 2011. Estos casos ilustran la fragilidad de la carrera de un futbolista y el impacto que las lesiones pueden tener en el talento colombiano.