Estas bajas sensibles condicionan el esquema del técnico David González y complican las aspiraciones del equipo para el resto del semestre. El panorama se oscureció tras el partido contra Deportivo Cali.
Andrés Llinás, uno de los capitanes y referentes de la zaga, sufrió una fractura en el cuello del pie izquierdo que requirió cirugía. Su tiempo de recuperación se estima en aproximadamente cinco meses, lo que significa que se perderá todo lo que resta de la temporada y su regreso se proyecta para enero de 2026. Esta es una baja de enorme impacto, no solo por su calidad defensiva sino también por su liderazgo en el campo. A esta grave lesión se sumó la de Helibelton Palacios, quien en el mismo encuentro presentó “una lesión muscular de segundo grado en la porción larga del bíceps femoral de su pierna derecha”. Aunque su tiempo de incapacidad es menor, se estima que estará fuera de las canchas entre tres y seis semanas, una ausencia prolongada en un momento crítico.
Estas bajas obligan al técnico David González a reconfigurar su defensa, apostando por jugadores como Sergio Mosquera y Alex Moreno Paz.
La situación es alarmante para un equipo que ocupa el último lugar de la tabla y que necesita con urgencia encontrar solidez para empezar a sumar puntos.