Rodríguez, quien ocupaba un lugar en el top 10 de la clasificación general, sufrió la lesión como consecuencia de una caída en la jornada anterior. A pesar de sus esfuerzos por continuar, el dolor y la gravedad de la fractura hicieron imposible su participación en la que era considerada la etapa reina de la edición, con final en el Col de la Loze. Su abandono fue un golpe duro, ya que se perfilaba como una de las figuras jóvenes con mayor proyección en la carrera más importante del ciclismo mundial. La etapa 18, conocida por su extrema dureza con más de 5.600 metros de desnivel positivo, se cobró así a uno de sus protagonistas antes de comenzar. Su salida se sumó a la de otros corredores como el también español Enric Mas, del Movistar, quien se retiró durante la misma jornada, evidenciando la implacable exigencia de los Alpes en la última semana del Tour. La baja de Rodríguez no solo afecta sus aspiraciones personales, sino que también debilita la estrategia del Ineos Grenadiers, que pierde a una de sus cartas más fuertes para la lucha en la alta montaña.
