La decisión fue anunciada por el propio jugador, quien a través de su perfil de Instagram calificó el día como "difícil" a nivel personal. A pesar de sentirse en buena forma física y atlética, Ter Stegen admitió no estar "libre de dolor" debido a un problema crónico. "Tras conversaciones con el equipo médico del FC Barcelona y expertos externos, la vía más rápida y segura para recuperarme por completo es una intervención quirúrgica en la espalda", señaló el arquero. Esta baja prolongada representa un desafío significativo para el club catalán, que recientemente fichó al portero Joan Garcia del Espanyol, quien ahora se perfila como titular para el inicio de la temporada. Ter Stegen recordó que en una operación previa de espalda regresó a los terrenos de juego en 66 días, pero esta vez los médicos han recomendado un periodo de tres meses "por precaución, para no correr riesgos". La situación también tiene implicaciones en la planificación financiera del club, ya que, según la prensa española, el Barcelona confiaba en hacer caja con la venta del jugador alemán para ayudar a inscribir a nuevos fichajes como el propio Garcia y el delantero inglés Marcus Rashford. La lesión y la consecuente baja del portero complican esta estrategia, obligando al equipo a reajustar sus planes tanto en lo deportivo como en lo económico.
