En contraposición, Rusia ha presentado un borrador alternativo que adopta un enfoque más cauteloso.

La propuesta rusa no incluye la creación inmediata de la Junta de Paz ni la entrada de una fuerza internacional, sino que pide al secretario general de la ONU que identifique posibles mecanismos para la aplicación del alto el fuego. Esta divergencia de posturas refleja las tensiones geopolíticas más amplias, donde el futuro de Gaza se debate entre un plan de intervención estructurada liderado por EE.

UU. y una aproximación más gradual preferida por Rusia.

El resultado de la votación en el Consejo determinará el camino a seguir para la estabilización del enclave.