', que llama a la autocrítica colectiva sobre la respuesta internacional.

Este enfoque eleva el debate más allá de un conflicto militar convencional hacia posibles crímenes contra la humanidad. El término 'genocidio' también se menciona en el contexto del 'urbicidio', estableciendo un paralelismo en la intención de destruir la capacidad de un grupo para existir en un lugar. Esta narrativa se ve reforzada por acusaciones de esfuerzos de propaganda deliberados, como un viaje de 'influencers' colombianos a Israel financiado por la embajada israelí, que fue criticado como una campaña de 'genocide-washing' para limpiar la imagen del país en medio de denuncias de crímenes de guerra. Estos artículos muestran que una parte importante del discurso mundial se centra ahora en las implicaciones legales y morales de las acciones de Israel, cuestionando la idoneidad del derecho internacional y la voluntad política de las potencias mundiales para intervenir.