Por otro lado, los informes también registran las víctimas en Israel, donde han muerto más de 1.195 personas, incluyendo 400 miembros de las fuerzas armadas, y cerca de 250 personas fueron secuestradas por Hamás. La disparidad en las cifras de víctimas es un punto central en el debate público y en las acusaciones de uso desproporcionado de la fuerza. La escala de la tragedia humana es tan abrumadora que ha eclipsado otros aspectos del conflicto, convirtiéndose en el principal motor de las discusiones diplomáticas y las demandas de rendición de cuentas en foros internacionales.