Hay mucha gente que tira hate por las redes, porque creen que los israelís son los asesinos”. Por su parte, Kika Nieto expresó que conocer Israel era su sueño y que se había abstenido de publicar para no generar “debates políticos y de odio”. La polémica se enmarca en revelaciones previas de que a influenciadores se les estaría pagando para difundir mensajes proisraelíes. Según el Middle East Monitor, documentos oficiales exponen una campaña de propaganda israelí con un presupuesto de 900.000 dólares para cubrir entre 75 y 90 publicaciones de este tipo, con el fin de influir en la opinión pública internacional.