Estas acciones militares, que han causado nuevas víctimas, amenazan con desmantelar el acuerdo que sustenta la tregua y el intercambio de rehenes. Los informes describen consistentemente la tregua, vigente desde el 10 de octubre, como “frágil”. Este cese al fuego es un pilar del acuerdo más amplio que incluye la devolución de los restos de rehenes y la entrada de ayuda humanitaria.
Sin embargo, su sostenibilidad está seriamente comprometida.
Un artículo detalla que el ejército israelí atacó la Franja de Gaza por cuarto día consecutivo el 31 de octubre, causando la muerte de al menos otras tres personas.
Estas ofensivas recurrentes ponen “en vilo” todo el acuerdo.
La persistencia de la violencia por parte de Israel, a pesar de la mediación estadounidense, demuestra la volatilidad de la situación sobre el terreno. Aunque existe un marco diplomático, las acciones militares continúan, lo que genera serias dudas sobre la viabilidad de una paz duradera y el cumplimiento de los términos pactados por ambas partes. La discrepancia entre los acuerdos diplomáticos y la realidad bélica mantiene a la región al borde de una nueva escalada de violencia a gran escala.













