La reanudación de las hostilidades por parte de Israel ha tenido un costo humano devastador, con informes de al menos 104 palestinos muertos en un solo día de ataques. La alta cifra de víctimas civiles, que incluye a decenas de niños, ha generado una fuerte condena y cuestionamientos sobre la proporcionalidad de la ofensiva militar. Según el Ministerio de Salud del enclave, citado por agencias internacionales, entre las más de cien víctimas mortales se encuentran 46 niños, lo que evidencia el impacto indiscriminado de los bombardeos. Aunque el Ejército israelí afirmó que sus ataques del martes estaban dirigidos contra 30 líderes de Hamás, el balance de víctimas reportado por las autoridades palestinas sugiere un daño colateral masivo.
Organizaciones humanitarias han denunciado lo que consideran “ataques deliberados” contra civiles.
Las ofensivas se produjeron en un contexto en el que, teóricamente, el alto el fuego seguía en vigor, aunque extremadamente frágil. Tras esta jornada de violencia, el Ejército israelí anunció que reanudaba el cese al fuego, pero el daño ya estaba hecho, elevando el número total de muertos desde el inicio del conflicto en octubre de 2023 a casi 70.000, según algunas fuentes. La discrepancia entre los objetivos militares declarados por Israel y el resultado en términos de vidas civiles perdidas sigue siendo un punto central de la controversia y la crítica internacional.
En resumenUna de las jornadas más letales desde el inicio de la tregua dejó más de un centenar de palestinos muertos, casi la mitad de ellos niños, lo que pone de manifiesto el grave impacto de la ofensiva israelí sobre la población civil de Gaza.