En respuesta, Hamás también ha utilizado a los rehenes como una herramienta de negociación.

Tras la nueva ofensiva israelí, el grupo islamista declaró que pospondría la devolución de un rehén que planeaba entregar ese mismo día, vinculando directamente la seguridad de los cautivos a las acciones militares de Israel. Por otro lado, el acuerdo de tregua también incluye la devolución de cuerpos de palestinos por parte de Israel, que ha entregado 195 cadáveres a Gaza, aunque la identificación ha sido difícil. Esta compleja dinámica de intercambio, donde vidas y restos humanos son moneda de cambio, añade una dimensión profundamente sensible y volátil al conflicto, haciendo que cualquier avance en las negociaciones sea extremadamente delicado.