No obstante, el gobierno de Benjamin Netanyahu rechazó este pronunciamiento, manteniendo una postura desafiante frente a las instituciones legales internacionales.

De forma paralela, la polémica en torno a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) continúa. Israel ha prohibido el acceso de la agencia a Gaza y ha afirmado, sin entregar pruebas concluyentes según la CIJ, que algunos de sus miembros pertenecen a Hamás. Esta situación ha sido criticada por Estados Unidos y otros actores internacionales, que ven en la UNRWA un pilar fundamental para la distribución de la ayuda humanitaria. La tensión entre Israel y estos organismos internacionales evidencia las dificultades para hacer cumplir el derecho internacional en medio de un conflicto activo y subraya el aislamiento diplomático que podrían enfrentar las partes si ignoran los llamados de la comunidad global.