Los manifestantes que bloquearon la ayuda humanitaria en Kerem Shalom argumentaron que los suministros terminarían en manos del grupo. De manera similar, Israel ha basado su polémica contra la agencia UNRWA en afirmaciones, no probadas según la CIJ, de que algunos de sus miembros pertenecen a Hamás. Esta narrativa busca deslegitimar tanto la ayuda humanitaria como a las instituciones que la proveen, presentando cualquier alivio a la población civil de Gaza como un apoyo indirecto a Hamás.