El secretario de Estado, Marco Rubio, advirtió que estos pasos “podrían poner en peligro el plan del presidente Trump para poner fin al conflicto” y que la Casa Blanca “no apoyará en este momento ninguna medida de anexión”. Incluso el presidente Trump, en una entrevista con la revista Time, declaró que la anexión “no sucederá porque di mi palabra a los países árabes” y que Israel “perdería todo el apoyo de Estados Unidos si eso sucediera”. Esta disputa evidencia una profunda grieta entre los aliados en un momento crítico para la estabilidad regional.