El vicepresidente J. D. Vance y el secretario de Estado, Marco Rubio, viajaron a Israel para reunirse con el primer ministro Benjamin Netanyahu y altos mandos militares.
Su misión era clara: asegurar que la tregua se mantuviera y avanzar en la implementación del plan de paz estadounidense. Vance, durante una conferencia de prensa en Jerusalén, expresó su optimismo: “Nunca dije que fuera fácil, pero soy optimista de que el alto el fuego se mantendrá y que realmente podremos construir un futuro mejor en todo el Medio Oriente”. Por su parte, Rubio enfatizó la importancia del acuerdo, calificándolo como “un acuerdo de paz histórico que el presidente Trump cumplió, y ahora tenemos que asegurarnos de que continúe y siga construyéndose”. La visita de estos funcionarios, junto con la del enviado presidencial Steve Witkoff y Jared Kushner, subraya el alto nivel de compromiso de la Casa Blanca para evitar un nuevo colapso de la paz en un momento de gran volatilidad regional.












