Esta iniciativa, calificada como “muy estúpida” por el vicepresidente de EE.
UU., amenaza con escalar aún más el conflicto y socavar cualquier esfuerzo de paz regional. La Knéset (Parlamento israelí) aprobó en una lectura preliminar una propuesta de ley que busca aplicar “leyes y soberanía a las zonas de asentamiento en Judea y Samaria”, con el objetivo de establecerlas como “parte inseparable del Estado soberano de Israel”. La votación, que tuvo lugar durante la visita del vicepresidente estadounidense J.D. Vance para supervisar el alto al fuego en Gaza, fue celebrada por ministros de ultraderecha como Bezalel Smotrich e Itamar Ben Gvir. Smotrich declaró que “ha llegado el momento de aplicar la soberanía plena” sobre los territorios, mientras que Ben Gvir exclamó: “¡Ha llegado el momento de la soberanía ahora!”. Este avance legislativo refleja la presión de los sectores más radicales del gobierno de Netanyahu, quienes ya habían solicitado la anexión en respuesta al reconocimiento del Estado palestino por parte de otros países. A pesar de que Vance reiteró que la política de la administración Trump se opone a la anexión, el avance del proyecto de ley demuestra una clara intención de Israel de consolidar su control sobre los territorios palestinos ocupados, ignorando el derecho internacional y poniendo en riesgo la frágil estabilidad regional.











