Este pesimismo se basa en la experiencia: los representantes palestinos recuerdan que Israel ha violado acuerdos de tregua anteriores, tanto con Hamás como con Hezbollah, “con cualquier pretexto con tal de seguir escalando el conflicto”.

La percepción en Gaza es similar.

El periodista Yousef Salem, desde Rafah, resume el sentir popular: “La gente está contenta por no oír los bombardeos, pero nadie confía en que esto dure”.

Se teme que la tregua sirva únicamente “para reorganizar ejércitos, recomponer alianzas y darle oxígeno a una ocupación”. Al no abordar las causas de fondo, como la ocupación y el bloqueo, el acuerdo deja intactas las condiciones que originan la violencia. Por ello, la pregunta que queda es qué pasará cuando la emoción inicial se disipe y si, en pocas semanas, se asistirá al retorno de la violencia, pero esta vez con un nuevo discurso de paz sobre la mesa.