Por ejemplo, se denunció que 154 de los palestinos que debían ser liberados fueron expulsados a Egipto, una clara violación de los términos. Además, las disputas sobre la identidad de los cuerpos intercambiados han exacerbado las tensiones, demostrando que incluso las acciones de carácter humanitario se ven afectadas por la lógica del conflicto. Este intercambio, aunque fundamental para la tregua, también pone de manifiesto la asimetría del conflicto, donde la liberación de prisioneros palestinos, muchos de ellos detenidos sin un debido proceso, se equipara a la de civiles secuestrados.