Este evento diplomático fue crucial para dar un respaldo internacional al plan y oficializar sus términos.

Sin embargo, la ausencia de representantes de Israel y Hamás en la firma fue un detalle significativo, que generó interrogantes sobre la apropiación del acuerdo por las partes directamente implicadas y la falta de garantías para su cumplimiento a largo plazo, como señaló la corresponsal Nuria Tesón.