Entre los liberados se encontraban ciudadanos con doble nacionalidad, como los hermanos argentinos Ariel y David Cunio, y el colombo-israelí Elkana Bohbot, cuyo caso fue seguido de cerca en Colombia.

También fueron liberados jóvenes que trabajaban o asistían al festival de música Nova, como Eitan Mor y Guy Gilboa Dalal, y soldados como Matan Angrist.

Tras su llegada a Israel, los exrehenes fueron trasladados a hospitales para una evaluación médica y para reunirse con sus familiares en un entorno controlado, iniciando un largo proceso de recuperación física y emocional.

El presidente Donald Trump, quien se atribuyó un papel "determinante" en el acuerdo, describió el momento como el fin de una "larga y dolorosa pesadilla".