Desde el podio, expresó visiblemente emocionado: “Hoy los cielos están en calma, las armas callan, las sirenas se han apagado y el sol sale sobre una tierra santa que por fin está en paz”. El mandatario reafirmó la alianza con Israel, asegurando que “Estados Unidos se une a ustedes” y “nunca olvidará” a las víctimas del 7 de octubre.

Su intervención no estuvo exenta de polémica.

Dos diputados de la coalición árabe-judía, Ayman Odeh y Ofer Cassif, fueron expulsados tras exhibir pancartas pidiendo el reconocimiento de Palestina.

Además, Trump sorprendió al solicitar públicamente al presidente israelí, Isaac Herzog, que indulte al primer ministro Benjamín Netanyahu, quien enfrenta un juicio por corrupción.

“¿Por qué no le concede un indulto?

(...) Puros y champán, ¿a quién le importa?”, expresó Trump, minimizando los cargos.

El presidente de la Knéset, Amir Ohana, elogió a Trump y anunció que promoverían su candidatura al Premio Nobel de la Paz, afirmando: “No hay nadie que lo merezca más”.