Junto a él, fueron liberados los hermanos argentinos Ariel y David Cunio, y Eitan Horn.

También se contempló la entrega de los restos de Lior Rudaeff, otro argentino asesinado el 7 de octubre. La liberación de estos ciudadanos con doble nacionalidad subraya la dimensión global del ataque de Hamás y movilizó a las comunidades y diplomacias de sus países de origen en la campaña por su retorno.