Sin embargo, los desafíos son monumentales. El Servicio de Acción contra las Minas de la ONU (UNMAS) advirtió sobre los "peligros mortales" de los proyectiles sin detonar, estimando que podrían tardar hasta 14 años en limpiar la Franja. En su discurso, el presidente Trump llamó a la población de Gaza a centrarse en la reconstrucción, asegurando su colaboración.

No obstante, la magnitud del daño, sumada a la hambruna y los desplazamientos forzosos, plantea un reto colosal que requerirá un esfuerzo internacional sostenido.