
Interceptación de la Flotilla Global Sumud con ayuda humanitaria
La intercepción de la Flotilla Global Sumud por parte de la marina israelí ha puesto de relieve la tensión en torno al bloqueo naval de Gaza y los esfuerzos internacionales por llevar ayuda humanitaria. La flotilla, descrita como una “misión pacífica y no violenta”, partió de Barcelona con activistas de más de 40 países, entre ellos la activista Greta Thunberg y la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau, con el objetivo de “romper el bloqueo a Gaza” y entregar ayuda. Según los organizadores, la flotilla fue “rodeada de forma agresiva” por barcos de guerra israelíes, quienes desactivaron remotamente sus comunicaciones antes de la captura. Israel justificó su acción informando a la flotilla que se acercaba a “una zona de combate activa” y que estaba “violando un bloqueo naval legítimo”. La perspectiva crítica califica el acto como un “secuestro en aguas internacionales”, seguido de “tortura en cárceles israelíes” para los miembros de la tripulación. El incidente generó una alerta del presidente de Colombia, Gustavo Petro, y la preocupación de gobiernos como el español y el sudafricano. Este evento es presentado como un ejemplo de la “violación rampante del Estado de Israel al derecho internacional humanitario y al derecho de mares”, perpetrada por un “aliado occidental” que, según un artículo, goza de impunidad.


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