Sin embargo, otros análisis señalan un desequilibrio en la narrativa, contrastando los 48 rehenes israelíes restantes con los 11.000 prisioneros políticos palestinos en cárceles israelíes.

Esta disparidad es utilizada para argumentar que las condiciones de negociación son “completamente desiguales” y para criticar lo que se percibe como un enfoque mediático centrado únicamente en una de las partes.