Su testimonio documenta “niños baleados al intentar conseguir comida” y civiles traumatizados en los mismos lugares donde buscan ayuda.

Esta realidad ha llevado a que el conflicto sea calificado como un “genocidio” en varios de los artículos.

La magnitud de la violencia y la destrucción ha generado condenas internacionales, incluyendo la del cantante Bono, quien expresó su “repulsión por este fracaso moral” del gobierno de Netanyahu. La infraestructura de Gaza ha sido sistemáticamente desmantelada, y el territorio ha sido fraccionado por corredores militares israelíes, alterando permanentemente su geografía y dificultando aún más la vida de los sobrevivientes.