Sin embargo, esta visión optimista es recibida con escepticismo por algunos sectores.

Un artículo crítico en La Jornada se refiere a estas propuestas como "inciertas promesas de apoyo a la reconstrucción", sugiriendo que podrían ser una herramienta para legitimar un acuerdo que, en su opinión, no favorece los intereses palestinos. La materialización de este "milagro" económico depende de la creación de un entorno de seguridad y gobernanza estable, un desafío monumental en un territorio marcado por décadas de conflicto y una reciente destrucción masiva.