Diversos informes denuncian la grave crisis humanitaria en la Franja de Gaza, donde la población civil enfrenta una hambruna utilizada como método de guerra. Esta situación, marcada por el bloqueo de ayuda y la destrucción de infraestructura vital, constituye una violación flagrante del derecho internacional humanitario. Un análisis detallado expone que Israel ha hecho “uso del hambre como método de guerra contra la población civil de la Franja de Gaza por medio de la privación de los recursos alimenticios y el bloqueo al aprovisionamiento”, lo cual está prohibido por el artículo 54 del Protocolo Adicional I de los Convenios de Ginebra. La estrategia israelí ha incluido bombardeos que destruyeron casas, huertas, depósitos de alimentos, hospitales y acueductos, además de retenes que impiden el flujo de ayuda humanitaria. Se reporta que los camiones con asistencia son retenidos deliberadamente mientras los gazatíes “languidecen y vagan desesperados en busca de alimentos”.
La crisis se agrava por el asesinato de 1.600 miembros del personal sanitario, lo que ha colapsado la atención médica y ha permitido la propagación de enfermedades. Otro informe corrobora esta situación al señalar que Gaza está “aislada” y que los avances en tecnología humanitaria no llegan a la población.
Aunque el plan de paz de Trump y Netanyahu contempla el envío inmediato de ayuda humanitaria, este está condicionado a la aceptación del acuerdo, vinculando el alivio del sufrimiento civil a un resultado político. Esta situación ha provocado un éxodo forzado, que es descrito como una pieza de un plan que podría constituir un “genocidio intencional del pueblo palestino”.
En resumenLa crisis humanitaria en Gaza ha alcanzado niveles catastróficos, con el hambre siendo utilizada deliberadamente como un arma de guerra. La destrucción de infraestructura y el bloqueo de la ayuda han creado una situación insostenible que, si bien es abordada en el plan de paz, su solución sigue supeditada a condiciones políticas, manteniendo a la población civil en un estado de extrema vulnerabilidad.