El gobierno israelí continúa rechazando el establecimiento de un Estado palestino y, según se informa, está avanzando en los planes para el controvertido asentamiento del 'Proyecto E1', que según los críticos enterraría definitivamente la posibilidad de una solución de dos Estados. A pesar de la creciente presión internacional y el reconocimiento formal de Palestina por parte de numerosos países, Israel mantiene su oposición a un Estado palestino soberano, considerándolo una amenaza para la seguridad. Esta postura es personificada por el primer ministro Benjamin Netanyahu, quien ha enmarcado el reconocimiento como una “victoria para Hamás”.
Más allá de la retórica, se informa que Israel está avanzando con el 'Proyecto E1', un plan de asentamiento diseñado hace 30 años pero largamente pospuesto debido a objeciones internacionales. El proyecto implica la construcción de 3.400 viviendas en una zona estratégica que dividiría efectivamente la Cisjordania ocupada, aislando Jerusalén Este de los centros de población palestinos y haciendo geográficamente imposible un Estado palestino contiguo. Un reportaje de France 24 desde el terreno describe este plan como un esfuerzo para “sepultar la idea del establecimiento de un Estado palestino”. Esta medida, combinada con la continua expansión de otros asentamientos, demuestra una política clara de crear hechos consumados que impedirían cualquier futuro acuerdo de paz basado en el marco de dos Estados.
En resumenEl avance de Israel en el plan de asentamiento 'Proyecto E1', junto con su rechazo explícito a la estatalidad palestina, señala un esfuerzo estratégico para hacer obsoleta la solución de dos Estados. Esta política desafía directamente el consenso internacional y socava los actuales esfuerzos diplomáticos para lograr una paz duradera.