La confianza expresada por el emisario de Trump en lograr “una especie de avance” sugiere que las conversaciones iniciales han sido, al menos, constructivas. Esta iniciativa surge en un momento de alta tensión, con una ofensiva israelí en curso en Gaza y un movimiento diplomático paralelo de varios países occidentales para reconocer al Estado de Palestina, lo que añade una capa de complejidad al escenario. La propuesta de Trump se posiciona como una alternativa o un complemento a estos esfuerzos, buscando un acuerdo negociado bajo el liderazgo estadounidense.