Los informes de fuentes locales y médicas documentan un número constante de muertes. En un solo domingo, se reportó el asesinato de medio centenar de personas en toda la Franja, con 37 cuerpos llegando al Hospital Shifa.
Otros balances diarios registran al menos 26 o 29 fallecidos, incluyendo niños, como resultado de ataques con drones y bombardeos aéreos. Las tácticas militares descritas incluyen el uso de “anillos de fuego”, causados por el ataque repetitivo de drones sobre un mismo punto, y la demolición de infraestructura mediante explosiones de robots y vehículos bomba. El Ejército israelí confirmó que sus tanques ya están operando dentro de la Ciudad de Gaza, como parte de una ofensiva para tomar la capital y desplazar a su población. Esta estrategia es calificada por el gobierno de Gaza y diversos organismos como un “crimen de desplazamiento forzado permanente”. El movimiento Hamás denunció el uso de carros no tripulados cargados con toneladas de explosivos en barrios residenciales como un crimen de guerra y limpieza étnica, documentando la detonación de unos 120 vehículos en una semana. La ofensiva no cesa, y el director del hospital Al Shifa relató el impacto personal de la guerra al recibir los cuerpos de su propio hermano y cuñada, víctimas de un bombardeo.