La situación se agrava por un bloqueo que ha provocado una hambruna intencional. La Oficina de Medios del Gobierno de Gaza y la ONU han calificado la ofensiva israelí como un genocidio y un "crimen de desplazamiento forzado permanente". La agencia UNRWA denunció que huir se ha vuelto prohibitivamente caro para las familias, con un costo aproximado de 3.180 dólares. El papa León XIV también se ha solidarizado con la "tierra martirizada" de Gaza, afirmando que no hay futuro "basado en la violencia, el exilio forzado, la venganza".